El cepillado es un proceso fuera del tanque que se utiliza para aplicar depósitos galvánicos en zonas localizadas de componentes de a bordo desgastados o dañados para redimensionar y reparar, o para mejorar el rendimiento de esas zonas. Este proceso de revestimiento portátil ofrece una alternativa única a los métodos de reparación, como la pulverización con llama y la soldadura, cuando se requieren espesores de depósito que van desde unas pocas décimas de milésima de pulgada hasta treinta milésimas de pulgada.
El proceso de chapado con cepillo portátil puede utilizarse en cualquier lugar del taller o a bordo del barco. A diferencia de la pulverización con llama y la soldadura, el revestimiento con cepillo se realiza a temperatura ambiente y no conlleva ningún riesgo de deformación del componente que se está reparando. Los depósitos extremadamente adherentes se aplican de manera uniforme y precisa, eliminando en muchos casos la necesidad de operaciones de mecanizado.
Las aplicaciones típicas incluyen la reparación de condiciones fuera de tolerancia en la carcasa de los engranajes de reducción y en las zonas de los cojinetes de los ejes; la reparación in situ de daños en los cilindros hidráulicos; el redimensionamiento de los ejes y las carcasas de los cojinetes de las bombas y los motores/generadores; la reparación de cortes de vapor en las caras de acoplamiento de las carcasas de las turbinas; y la reparación in situ de los asientos de los cojinetes del cigüeñal desgastados en los motores diésel.
La industria naval lleva más de cuarenta años utilizando el cepillado en aplicaciones muy exigentes. Está aprobado por el American Bureau of Shipping, Lloyds of London y la US Navy. Este proceso flexible proporciona una alternativa viable y rentable a la pulverización con llama y a la soldadura cuando se necesitan espesores de metal más bajos para la reparación de componentes de a bordo.
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